
Las alas de la amapola se posaron sobre el manto hierba como una mariposa y dibujaron su roja silueta sobre el cielo. Margaritas, campanillas, y orquídeas pintaron la mañana llenando el ánimo de colores. Abubillas, cucos y verderones pusieron música para la danza que garzas, cigüeñas y somormujos ejecutaban sobre el agua. El sol por fin calentaba y los insectos salieron a celebrarlo.
Por la noche, las estrellas florecieron sobre el oscuro prado del firmamento y todo mi cuerpo se inundó de primavera.