
Jugamos en la orilla pero las olas no te alcanzan. Entonces te persigo para lanzarte al agua pero tampoco te alcanzo y te lanzo besos que te atrapan y sonríes. Jugamos en la orilla pero mi corazón no te alcanza. Entonces te persigo para llevarte conmigo pero tampoco te alcanzo y te escribo versos que te atrapan y sonríes. Pero te escapas caminando por la comisura de la playa dejando huellas pequeñas y te recuerdo por los efímeros muros quebrados, eterna aspirante al trono de mi querer.