
A veces me cruzo con bellas miradas centelleantes; pero no iluminan como tus ojos.
A veces salen palabras de labios jugosos; pero no calman como tu boca.
A veces senos turgentes magnetizan al encuentro; pero no calientan como tus pechos.
A veces jóvenes talles cimbreantes llaman a voces; pero no acogen como tu cuerpo.