
Como no me interesan los números, no me dedico a restar los años que a ti te faltan o los que a mí me puedan sobrar. Si yo te quiero y tú me quieres no cuesta mucho imaginar que sin normas ni recelos juntos podríamos gozar. No estoy loco aunque me chifla cuando empiezo a imaginar el oro que en tu melena el sol pinta en la madrugá. Por eso, basta de cuentas que para dos que saben amar no hay leyes, ni chismes, ni cifras, sino chispas que saltan al besar.