
A veces escribo cartas. Saco la pluma de su estuche y, sobre el papel escogido con esmero, vierto sentimientos como exhalaciones, palabras como prendas despojadas que dejan desnuda mi alma. A veces escribo cartas que rubrico con lágrimas o besos. Encerradas en prisiones de papel custodiadas del zurrón al furgón, del avión al buzón, hasta que ojos ávidos las liberan. A veces escribo cartas. Vuelan las palabras como mariposas cuando salen del sobre y cubren su retina con mis penas, dibujan en su boca mis alegrías o templan en su vientre mis pasiones. A veces escribo cartas.