
Si cierro los ojos el sol se cuela por los párpados y se ven nubes de color rosa. No todas tienen forma pero es mejor porque así me puedo inventar lo que quiera. Cuando me apetece un helado, miro al cielo y el cucurucho se dibuja con una bola enorme. Si me acuerdo del perro que no me quieren traer mis padres, aprieto un poco más los ojos y juguetea sobre mi cabeza. Luego, si me canso, los abro de repente; una luz enorme se me pone delante y poco a poco vuelven mi hermano molestando, mi madre chillando que me levante, mi padre a lo suyo y un niño que no conozco que no deja de mirarme en silencio. Entonces vuelvo a cerrar los ojos me subo al caballito rosa que pasa trotando en ese momento.