
No sé si no me gusta evocar el pasado porque no tengo memoria o, por el contrario, olvido con facilidad porque intento vivir sólo en el presente. A pesar de ello, resulta inevitable que, de vez en cuando y sin avisar, acudan recuerdos; con los colores gastados de una vieja película se proyectan en mi cabeza algunos momentos felices -Las penas se diluyeron por completo en el trajín de los días. Tras permitirme disfrutar unos instantes con la recreación, en un periquete vuelvo al ahora para inventarlo de nuevo, consciente siempre de que “agua pasada, no mueve molino”.
A roda do muiño….que bonita foto.Besos Fernando.
Muchas gracias, Merce. Un beso.