
El aroma de la leña ardiendo se mezcla con el de la levadura horneándose; ni el mayor luminoso podría atraer más clientes. En el destartalado garaje junto al pequeño despacho descansa el coche del reparto y los troncos de carballo esperan su destino final. Entre los huecos húmedos de los palos los ratones juegan al escondite. El gato cuenta.