
Soñé con crecer: que no se metieran conmigo los mayores en el colegio, pasar al instituto, que las chicas se fijasen en mí, trabajar, conducir, habitar mi propio espacio… no rendir cuentas a nadie. Cuando creí tenerlo todo, soñé con regresar a la infancia: pasar las horas muertas frente al mar buscando el futuro en el horizonte sin más responsabilidades que terminar la tarea que mandó el maestro o mantener ordenado mi cuarto.