
El aroma que se extiende por toda la plaza me atrae como si fuese una mosca en busca de miel. Cuando llego, el trajín del puesto se confunde con la humarada que desprenden las parrillas trabajando a pleno rendimiento. Tomo sitio en una de las mesas de banco corrido que se disponen alrededor del puesto y compruebo lo que ya suponía: Hassan prepara las mejores salchichas de los alrededores.